Reparación de fachadas
La rehabilitación de fachadas es un tema de gran relevancia en nuestra sociedad. La existente y creciente necesidad de mejorar edificaciones antiguas con nuevas exigencias energéticas, estéticas y de seguridad, está a la orden del día. Por ello, en Rodríguez Ros queremos contarte algunas de las claves de la rehabilitación de fachadas, aspectos a tener en cuenta y qué situaciones se pueden dar.
¿Por qué es importante reparar la fachada?
No es una necesidad esporádica: es una obligación. La rehabilitación de fachadas es algo fundamental para la gran mayoría de los edificios, ya que, por distintos motivos que analizaremos a continuación, éstos se van deteriorando. Y hay que hacerle frente a ese deterioro antes de que sea demasiado.
La piel de los edificios, su cara visible, está expuesto a todos los factores externos y no pocos internos capaces de dañarlas. Es preciso que las fachadas estén siempre en buenas condiciones y, en caso de necesitar alguna intervención, que se realice a la mayor brevedad posible para evitar que la situación empeore.
No en vano, las fachadas y las cubiertas son las que sufren más daños y desperfectos y las partes del edificio que más se rehabilitan. Ya busquemos la limpieza de fachadas como una reparación mayor, o incluso una rehabilitación total, este proceso no solo las convierte en algo con más valor estético, sino que mejora la calidad de vida de los habitantes del edificio, lo revaloriza, aísla mejor, optimiza la eficiencia energética y ahorra costes futuros.
¿Qué casos podemos encontrarnos?
Los tipos de actuación para reparar fachas varían en función de si es:
- Rehabilitación de fachadas. La falta de mantenimiento, el deterioro por el clima y otros fenómenos, etc. obligan a evaluar daños, intervenir y reparar, ya sea desde una fisura en fachada a desprendimientos, elementos rotos…
- Reparación estructural: Es crucial que revisemos periódicamente pilares, forjados y los elementos básicos de la estructura, para ver si debemos llegar a hacer una reparación estructural.
- Mantenimiento: Lo más frecuente es encontrarnos con ese mantenimiento que toda comunidad debe hacer para cuidar y conservar bien las fachadas del edificio.
- Mejoras en edificios históricos y viejos: En este caso, las edificaciones están sujetas a una normativa mucho más estricta, por lo que es clave determinar qué tipo de actuaciones se pueden o no realizar.
Cómo rehabilitar fachadas
O mejor dicho. ¿Qué sistema debemos elegir para la rehabilitación de fachadas? Todo dependerá del tipo de edificio, material constructivo, estado y presupuesto con el que contemos, entre otros imputs a tener en cuenta. Todos ellos persiguen prolongar la vida útil de la fachada, mejorar la estética y favorecer la eficiencia energética. Pero no todos son iguales:
- Sistema de fachada ventilada: Durabilidad, gran aporte estético y una importante mejora acústica y térmica.
- Sistema SATE: El sistema de aislamiento térmico por el exterior está muy enfocado a hacer del inmueble un lugar mucho más eficiente energéticamente.
- Enfoscado monocapa: No asegura tanto el aislamiento acústico ni térmico, pero ofrece innumerables acabados personalizados en con diversas texturas y variados colores.
- Enfoscado de mortero de cemento: Es uno de los más utilizados, especialmente para revestir fachadas de menor presupuesto. Sin embargo, tiende a agrietarse.
Ante la necesidad periódica y obligatoria de rehabilitar y reformar fachadas, en la actualidad predominan las soluciones técnicas que generan ahorros energéticos y económicos y a su vez necesitan de un menor mantenimiento. Por ejemplo: por los 10 años aproximadamente que tiene de vida útil la pintura sobre enfoscado, el sistema SATE con el que trabajamos en Rodríguez Ros ofrece de media una durabilidad de 50 años sin apenas mantenimiento.
También la fachada ventilada es otro de los sistemas más recomendados por su alto valor añadido. En definitiva, una fachada rehabilitada mediante una solución de aislamiento térmico en su cara externa es más efectiva y rentable a medio y largo plazo que la solución tradicional, como pueden ser los enfoscados de cemento o monocapa.
Principales problemas y causas del deterioro de las fachadas
¿Quién se lleva la peor parte de los fenómenos atmosféricos y meteorológicos en un edificio? Sin duda, las fachas. Por ello, tan importante es mantenerlas en un óptimo estado de conservación, como rehabilitarlas y solucionar los problemas a tiempo.
Los principales problemas que pueden deteriorar las fachadas son:
- Polución y contaminación atmosférica
- Suciedad, manchas y ennegrecimiento
- Humedades
- Grietas y fisuras
- Moho, microorganismos y plantas
- Desprendimientos y desconchones
Por todo ello, desde Rodríguez Ros recomendamos realizar una inspección ocular de la fachada de nuestro edificio de media como mínimo cada 4-5 años. Una inspección periódica que, junto a los trabajos de reforma / mantenimiento / reparación, te ayudarán a conservar en mejor estado la fachada durante más tiempo.
Dicho esto, también es importante conocer cuáles son las principales causas del deterioro de las fachadas.
- La principal es algo tan simple como el paso del tiempo, especialmente en los edificios históricos y antiguos. A ello debemos sumar los elementos contaminantes del aire, la lluvia y el polvo, como la calima que nos asedió meses atrás. Todo ello cambia el color original y deteriora los elementos.
- Las plantas de los alrededores de cada edificio, o incluso en su interior, también pueden corroer piedras y cemento.
- Otra causa, más frecuente de lo que nos gustaría, son los actos vandálicos.
- Y en las fachadas que contienen cristales, las motas de granizo, polvo y arena son las grandes causantes de ralladuras indeseadas.
- Por supuesto, la aparición de humedades (por ejemplo por condensación) en la fachada es otro signo inequívoco de que la fachada no está bien impermeabilizada, siendo el agua un elemento crucial en el deterioro de las mismas.
- La salinidad es también un efecto pernicioso similar al de la contaminación atmosférica, y con el que lidiamos a menudo en nuestras rehabilitaciones de edificios en Málaga.
- Finalmente, hay otros agentes que pueden dañar las fachadas, como la expansión del mortero o expansión hídrica, los movimientos sísmicos y del edificio, las roturas de canalones y bajantes, pintadas, etc.
Si se da alguna de estas situaciones en tu edificio, o si quieres apostar por el buen mantenimiento de fachadas, desde Rodríguez Ros te ayudamos a proteger la fachada de tu edificio para tenerla en las mejores condiciones.
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