Cuando vas a empezar una reforma, vas con desconfianza, hay mucho intrusismo y al final hay elecciones que cuestan mucho dinero y tiempo. Conocí a Rodríguez Ros, empresa familiar con muchos años de experiencia, y los mismos responsables de la empresa son los que te acompañan, explican cada paso, que sí o que no hacer, según las necesidades del cliente, y no la de sus bolsillos. Buen hacer y confianza son en definitiva las palabras que les define. Muy recomendables.